El profesional asturiano Alejandro Rodríguez Pereira se convirtió en uno de los protagonistas de la noche del boxeo español el pasado viernes en La Cubierta de Leganés. Y no fue precisamente por lograr otro triunfo. Fueron las circunstacias y una decisión arbitral precipitada lo que acabó siendo un situación atípica y muy protestada de manera unánime. El combate en cuestión, pactado a cuatro asaltos, enfrentaba a Pereira con el madrileño Alex Parra. En el tercer round, cuando el púgil gijonés tenía encarrilada su victoria, le llegó una mano dura que lo puso en dificultades. En tal situación Pereira continúo dando guerra y defendiéndose a pesar de estar sentido. En la siguiente acción del duelo el árbitro del mismo, Sr. Lázarro Carrasco, para el combate ante la incredulidad de todos los presentes. Y poco más hay que decir en este sentido, fue evidente que el combate no estaba para parar y así lo reconoció el propio referee de la contienda en el vestuario del asturiano minutos después de finalizar su pelea.
El clamor fue total en favor del púgil norteño, por parte de todos. Este es un dato a tener en cuanta, ya que el combate se disputó en Madrid frente a un madrileño. La situación llegó a ser ciertamente dramática con un Pereira llorando de impotencia al no entender lo que estaba pasando, y con la clara protesta del equipo Rimerbox y de todo el público que poblaba La Cubierta de Leganés.
Ahora, el profesional gijonés se queda con un récord de 2 victorias y 1 derrota, a expensas de volver a pelear seguramente el próximo mes de enero otra vez en Madrid. Ya se habla de una revancha con Parra, ojalá.
Publicado por Néstor Domínguez
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