domingo, 30 de mayo de 2010

Cotto listo para volver a ser estrella


HOUSTON -- El púgil puertorriqueño Miguel Cotto se olvidó de la derrota y humillación que sufrió ante el filipino Manny Pacquiao y prepara su vuelta a los cuadriláteros por la puerta grande cuando llegue de nuevo a su escenario, ideal, y perfecto, como es la ciudad de Nueva York.
Además de hacer con un legendario y maestro de la preparación como es entrenador Emanuel Steward, Cotto también va a hacer historia cuando suba al cuadrilátero que se instalará en el nuevo estadio de béisbol de los Yankees de Nueva York, que lleva su propio nombre.
Cotto, que ha vendido en la última década más entradas que nadie para veladas de boxeo celebradas en el Madison Square Garden, esta vez lo hará en el Yankee Stadium, el campo de béisbol que valió 1.500 millones de dólares, y fue inaugurado la pasada temporada.
Aunque Cotto ha ganado títulos en dos divisiones distintas y ya desde hace algún tiempo se ha erigido en uno de los boxeadores más interesantes de su generación, la demoledora derrota ante Pacquiao dejó al descubierto algunos de los problemas y debilidades que comenzó a presentar su trayectoria profesional.
De ahí, que fue el propio Cotto el que comprendió que necesitaba ayuda de un verdadero profesional que le ayudase a recuperar su condición no sólo de campeón sino de auténtico ganador.
La decisión fue llamar hace dos meses a las puertas de Stewart, el entrenador que ya está en el Salón de la Fama del Boxeo, que aceptó la invitación para trabajar con él, pero se encontró con la sorpresa que casi no sabía por dónde empezar.
"Los primeros dos días fueron difíciles en el trabajo con él porque su equilibrio era muy deficiente. Bajaba la cabeza y lanzaba sólo golpes sencillos", explicó Stewart a los periodistas. "No estaba equilibrado en sus movimientos"
Cotto sabía que no podría cumplir con su meta de escalar una división para enfrentar al campeón mediano junior de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Yuri Foreman, el próximo 5 de junio con el nivel de boxeo en el que se encontraba.
La presencia en su esquina de una figura y profesional como Steward, quien ha entrenado a algunos de los púgiles más importantes de la historia, como Thomhas Hearns, Evander Holyfield, Lennox Lewis y el actual campeón pesado Wladimir Klitschko, era fundamental para poder emprender la nueva etapa profesional.
"Mi equilibrio era horrible antes de este campamento de entrenamiento y ahora está mucho mejor. Podemos lanzar golpes y mantener el equilibrio. Esa es una de las cosas en las que hemos trabajado en este campamento", indicó Cotto.
Sin embargo, no ha sido un trabajo total de reajuste, porque Cotto es un auténtico campeón y un púgil que perdió ante Pacquiao, porque el filipino es sin discusión el mejor del mundo libra por libra.
Cotto no ha perdido la potencia demoledora de sus golpes ni las grandes cualidades boxísticas que tiene asimiladas a través de su carrera triunfal.
Esos atributos han sido los que le han ayudado y permitido superar a algunos de los mejores púgiles de la categoría welter del mundo, como son los estadounidenses Shane Mosley y Zab Judah, entre otros.
Pero su equipo de asistentes ha tenido que trabajar en hacer importantes cambios de ajuste después que el año pasado, Cotto se enfrentó en una discusión abierta y personal con su tío y entrenador Evangelista Cotto, que generó la rotura de relaciones profesionales entre ambos.
Para ocupar el puesto de Evangelista Cotto llegó Joe Santiago, que lo ayudó a vencer al ghanés Joshua Clottey, pero a base de sufrir también un gran castigo físico.
Que fue aun mayor cuando el pasado noviembre se enfrentó a Pacquiao, quien destrozó al púgil boricua, que no tuvo la mejor dirección desde la esquina con Santiago, tal vez falto de experiencia, ni tampoco llegó en su mejor condición física.
Inclusive, Santiago tampoco estuvo acertado a la hora de ver el momento oportuno de haber parado el combate ante el castigo innecesario que recibió Cotto por parte de Pacquiao.
En estas circunstancias llegó Steward, quien durante una conferencia telefónica desde el gimnasio Fight Factory en la ciudad de Tampa (Florida) dijo que era un honor el haberse incorporado al equipo de Cotto.
"Todo ha ido mucho, mucho, mucho mejor de lo que esperé", afirmó Steward. "Es una experiencia fenomenal para mí, en esta etapa de mi vida, trabajar con un gran peleador como Miguel, a quien siempre he admirado desde el primer día".
Por su parte, el propietario de la promotora Top Rank, el veterano Bob Arum, espera que asistan unas 30.000 personas al primer combate en el Yankee Stadium desde que Muhammad Ali peleó con Ken Norton en el antiguo parque de béisbol del mismo nombre, en 1976.
Arum reconoció que la venta de entradas ha ido muy bien ante la respuesta que han dado los aficionados después de la gran cantidad de publicidad que se ha hecho a través de toda el área de Nueva York, Nueva Jersey y Filadelfia.
Hay carteles en decenas de paradas del metro en Nueva York, y un tablero electrónico que promueve la pelea en Times Square.
Mientras, Cotto está convencido que su vuelta a Nueva York le traerá un nuevo triunfo.
"No sé que vaya a pasar la noche del combate", comentó Cotto. "Pero estoy seguro de que, cuando la pelea termine, voy a ser el ganador porque me he preparado para conseguir ese fin".
Steward es consciente que el reto será muy importante para su pupilo, pero al igual que Cotto está convencido que la victoria es posible se sobre el cuadrilátero desarrollo todo lo nuevo que ha aprendido bajo su dirección, unido a la gran clase innata que tiene como boxeador.

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