Finalizaron los Campeonatos de España Amateur, y desde aquí hay que felicitar a la Federación Española y a la Federación Madrileña de Boxeo por haber conseguido que los Campeonatos 2010 tengan mayor presencia, sean más populares, y además que la organización y el recinto fueran dignos de un evento de esta importancia. Hay que dar la enhorabuena al alto número de participantes, récord de los últimos diez años, 120 competidores en categoría senior, que contrastan con los 80 púgiles de 2001, por ejemplo. Y en el boxeo femenino 38 participantes por las 10 de 2009.
Esta es la manera de hacer unos Campeonatos de España, y no de forma casi clandestina como en los últimos años, donde apenas había interés ni seguimiento, y las condiciones no eran las idóneas.
Por supuesto, hay cosas que se deben mejorar en cuanto a planificación de fechas u horarios para los competidores por ejemplo, aunque para el público y asistentes la organización pareció casi perfecta.
En el aspecto competitivo seguimos insistiendo en lo mismo. Debe haber dos escuelas diferenciadas en el boxeo, la del boxeo olímpico y la del profesional.
Se ve que algunos entrenadores tienen bien asimilado el objetivo del boxeo olímpico, pero otros imparten enseñanzas a los púgiles encaminadas exclusivamente a triunfar en el boxeo sin camiseta, y eso luego se nota en el ring al disputarse un combate amateur olímpico con decisión de las máquinas sumagolpes.
Se ven asaltos protestados por los entrenadores, que si en el boxeo profesional serían claros para sus pupilos, en el boxeo amateur no consiguen los mismos frutos por diversos motivos, buscan la corta distancia y el golpeo en corto, no buscan recorrido a los golpes para que sean claros y los jueces los puedan anotar, y si en boxeo profesional esa presión constante y de golpes al cuerpo les daría el asalto sin duda, quizás dos únicas contras rectas y claras del púgil pegado a las cuerdas le dan el round por un sencillo 2-0.
En el boxeo olímpico se necesita una labor clara de disciplina defensiva, parar o bloquear aunque sea a medias los golpes del contrario evita que suba algún punto al marcador, se necesita principalmente un boxeo en la media distancia, donde los golpes, mejor rectos, lleguen con claridad al rostro del rival y los jueces los vean con cierta nitidez, y si añadimos un buen juego de esquiva y de anticipación, tenemos mucho ganado.
Con respecto al arbitraje, como en cualquier deporte, hay opiniones para todos los gustos. Creo que el problema es el número de árbitros y jueces. Repito que siempre es preferible pocos y los mejores, que muchos y regulares.
En los combates se vio disparidad de criterios, unos árbitros contaban a los púgiles por insignificantes golpes recibidos, otros amonestaban de manera reiterada e injusta... A los que les tocaron los jueces con dedo suelto protestaron menos que los que tuvieron a los jueces con dedos cubiertos de plomo.
Pero, en general, excepto algunas decisiones anormales e injustas, las puntuaciones que comparamos en muchos combates coincidieron casi siempre con nuestra opinión.
Los problemas arbitrales se arreglan con mayor unificación de criterios, y con la elección de los mejores. Que todos los púgiles tengan las mismas posibilidades que otros, y que no dependan de que les toque algún juez escaso de experiencia o preparación.
Algunos veían manos negras en cuanto al arbitraje, que si Canarias o Andalucía eran beneficiadas, que eran Madrid o Cataluña las que recibían el trato a favor, que si los de la Selección... Al final, no solo algunos miembros de la selección perdieron, sino que incluso el púgil más querido por el público, el alcalaíno Francisco García Navarro, y ante decenas de paisanos, perdió justamente en la final por un solo punto. Esto hizo callar a más de uno.
Aunque lo que digo no oculta que algunas decisiones también fueron injustas, estadísticamente algo normal, aunque no debería ser así.
.
Y en el aspecto meramente deportivo, hay que destacar el buen nivel general. Cataluña, la vencedora en categoría senior y junior, trajo un equipo compacto con mucha veteranía, y consiguió varios campeones.
Buen nivel general, repito, aunque echamos en falta alguna figura deslumbrante que nos haga soñar en Juegos Olímpicos o Campeonatos Internacionales (obviando a Kelvin de la Nieve, claro). Algún Cristiano Ronaldo o Messi del boxeo. Se ven buenas bases, y con la experiencia de los púgiles se puede ir mejorando y llegar lejos. Algunos junior tienen madera, y el boxeo femenino progresa con muy buen paso. De momento hay buena cantidad, y de ahí saldrá calidad y figuras, confiemos
por Emilio Marquiegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario