Las tarjetas de los jueces Glen Trowbridge, Dave Moretti y Robert Hoyle entregaron tarjetas de 116-112, 115-113 y 114-114 respectivamente, para una decisión mayoritaria que lejos de resolver lo que se percibía como dos resultados injustos para Márquez en los combates previos entre ambos, no hizo más que acentuar la terrible injusticia sufrida por Márquez en esto que fue el tercer y decisivo combate entre ambos luego de sus dos choques previos en 2004 y 2008. El primero había terminado en empate y el segundo en una cerrada victoria para Pacquiao. ESPNdeportes.com vio el combate en 116-113 a favor de Márquez, en consonancia con gran parte de la prensa presente en el estadio.
“ No se qué es lo que tengo que hacer para ganarle a Pacquiao. Tengo que ver si sigo en el boxeo. Quiero hablarlo con mi familia, sentarme con mi gente, y ver si sigo en esto. Creo que gané más claramente. Todos saben que yo hice lo suficiente para ganar otra vez, y me siento feliz por mi esfuerzo.
” -- Juan Manuel Márquez.Márquez, conocido por sus comienzos lentos, inició las hostilidades con un buen desempeño en la media distancia, buscando ser el agresor en retroceso desde su rol de contragolpeador. Tras cuatro parejos primeros asaltos, Márquez comenzó a manifestar su superioridad con una excelente combinación de uppercut de izquierda y recta de derecha que encontró su camino hacia el rostro de Pacquiao con gran asiduidad. No hubieron caídas en el combate. Pacquiao sufrió un corte sin demasiada trascendencia sobre su ojo izquierdo en el décimo asalto.
"Fue un robo de la peor calaña", dijo Nacho Beristain, entrenador de Márquez, quien se marchó del ring apenas se anunciaron las tabulaciones oficiales, sin realizar declaraciones. Desde su vestuario, el púgil mexicano señaló que, "ganamos con golpes claros. Ganamos de nuevo. El segundo robo de todas estas peleas, y este fue el peor", finalizó.
"Ese el estilo de Márquez, que puedo decir", dijo a su turno Freddie Roach, entrenador del eventual ganador del combate. "Le pedí a Manny se mueva a la derecha, pero no lo hizo".
Por su parte, Pacquiao se mostró ligeramente convencido de su victoria.
"Sí, quedó claro que yo gané. Gané claramente", dijo Pacquiao, mientas sus declaraciones eran ahogadas por un mar de abucheos.
"No culpo a los fans de Márquez, ellos creen que él ganó", dijo Pacquiao, asumiendo sin mayor conocimiento de causa que los abucheos provenían solamente de los fanáticos mexicanos y no de algunos de los miles de filipinos que poblaron el estadio y que se abstuvieron de vitorear su triunfo con ese mismo entusiasmo. "Yo bloqueé muchos de sus golpes. Él me cabeceó muchas veces. Yo quisiera darle la revancha", finalizó el campeón.
Bob Arum estuvo de acuerdo. "Estoy determinado a encontrar un ganador. Si puedo lograr que los dos se pongan de acuerdo lo haría de nuevo en mayo del 2012", señaló el veterano promotor de esta velada.
Con este resultado, Pacquiao, oriundo de ciudad de General Santos en la provincia de Sarangani, en las Filipinas, mejora su récord a 54-3-2 con 38 KOS, mientras que Márquez, nativo y residente de la ciudad de México, cae a un hoy injusto 53-6-1 con 39 KOs.
OTRA CONTROVERSIA
Las reacciones tras el combate no se hicieron esperar. El comentario general entre los periodistas presentes era la pregunta eterna: ¿cómo estuvo tu tarjeta? Las respuestas fueron de lo más disímiles, pero aún los periodistas filipinos anunciaron tímidamente un empate que no supieron ilustrar muy claramente, mientras que la enorme mayoría de los observadores tuvo tarjetas para Pacquiao por diferencias que iban entre dos y hasta cinco puntos.
"No se qué es lo que tengo que hacer para ganarle a Pacquiao", expresó un visiblemente molesto Juan Manuel Márquez, alejado ligeramente de la caballerosa personalidad que siempre exhibe fuera del ring. "Tengo que ver si sigo en el boxeo. Quiero hablarlo con mi familia, sentarme con mi gente, y ver si sigo en esto. Creo que gané más claramente. Todos saben que yo hice lo suficiente para ganar otra vez, y me siento feliz por mi esfuerzo".
Getty ImagesA Juan Manuel Márquez no le
alcanzó su esfuerzo para vencer a Manny Pacquiao
Consultado sobre las motivaciones de su evaluación del retiro definitivo, Márquez dejó en claro que "fue el resultado de esta pelea" lo que lo impulsó sopesar esa opción. "Eso es lo que logran los jueces. Nos desaniman por completo. Estoy indignado de lo que ha pasado. Esto duele mucho, estoy muy desanimado", señaló el púgil, indicando que "los mejores jueces que he tenido son mi público".
"Fue una burla. Una burla para el boxeo, una burla para Márquez y una burla para Pacquiao", comentó a su turno el entrenador Nacho Beristain. Su pupilo defendió la labor del mentor de campeones diciendo que "me preparé durante meses. Me preparé de manera muy diferente a los 18 años de carrera que tengo. Esta vez ni siquiera sentí sus golpes", finalizó el mexicano, no sin antes despedirse con un emotivo mensaje a sus fanáticos: "Me voy cantando lo que decían los mexicanos ahí en la arena "Sí, se pudo". Se pudo, pero los jueces no lo vieron. La vida sigue su curso. Arriba México".
A su turno, el preparador de Pacquiao fue más lacónico pero igual de expresivo que su contraparte. "Yo creo que ésta fue la pelea más cerrada de todas", aseveró Freddie Roach, en una declaración impensada para alguien que apenas unas horas antes vaticinaba un seguro nocaut. "Manny estaba recibiendo muchos golpes. No fue constante, y Márquez sí lo fue. Fue una pelea muy competitiva", dijo Roach.
Tras una espera de más de una hora debido a las curaciones que recibió en el vestuario luego del combate, el triunfador (al menos según los jueces) del combate tomó el podio para dar su versión de los hechos, que terminó siendo la más alejada de la realidad según la percibía el resto de los observadores presentes.
"Yo se que hice lo mejor, pero la expectativa de la gente fue lo que la gente esperaba. Pero es muy claro que yo gané la pelea. Eso es parte del juego", dijo Pacquiao, sin ahondar en sus reflexiones. El filipino indicó que el estilo de Márquez "es retroceder y esperar para que yo tome la iniciativa. No es fácil darle crédito a un peleador que solo espera por un buen golpe. Tengo que aceptar que no es fácil pelear con Márquez, porque es un gran contragolpeador".
Respondiendo ante la reacción de los presentes en el estadio, señaló que "entiendo a los fanáticos y hay que aceptarlo, porque la mitad son filipinos y la mitad son mexicanos. La pelea fue cerrada pero está claro que yo gané, y lo van a ver al ver la repetición".
La única tibia justificación sobre su irregular desempeño fue comentar que "comenzando el cuarto asalto mi balance ya no estaba ahí. No fue la pelea que yo quería", finalizó, con menos de dos minutos de declaraciones casi sin responder preguntas, y con una venda cubriendo los puntos de sutura sobre su ceja derecha.
EXTRAIDO DE ESPNBOXING.
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