El campeón de peso medio perdió una decisión cerrada y algo cuestionable ante el temido Paul Williams en diciembre, pero Martínez tuvo un desempeño tan destacado e hizo que la pelea fuera tan entretenida que le dieron otra oportunidad bajo los reflectores.Martínez enfrentará al rey del peso medio Kelly Pavlik el sábado por la noche en el Boardwalk Hall de Atlantic City, Nueva Jersey, el evento principal de una doble cartelera que será televisada por la cadena HBO. Lucian Bute, campeón del súper peso medio, chocará ante el colombiano Edison Miranda en el primer pleito, el cual será transmitido desde Montreal.
Martínez prometió el miércoles una gran pelea durante la última conferencia de prensa antes del evento, y dijo que “definitivamente” se llevará el campeonato de vuelta a Argentina. Todo el año estuvo orando para que se concretara este combate en especial, señaló, y “todo el mundo sabe que estoy listo para una guerra”.
El sudamericano ha amasado rápidamente un número significativo de aficionados al boxeo que siguen sus peleas, y por buena razón. El ex ciclista y futbolista es uno de los púgiles más rápidos del mundo en la categoría de 154 libras, con un movimiento tremendo y capacidad táctica que causa asombro entre los puristas.
También exuda carisma.
Martínez se presentó para su último diálogo formal con los medios y los aficionados vestido con un traje gris oscuro, corbata roja y anteojos oscuros de astro de rock que portó incluso en una sala de eventos con iluminación muy tenue en el restaurante Gallagher’s Steakhouse. Estrechó manos, hizo bromas, repartió sonrisas por doquier y se rió a carcajadas cuando se escuchó “No llores por mí Argentina” en el sistema de sonido.
“Tiene una tremenda forma atlética y acondicionamiento físico; siempre está en forma, siempre es rápido”, dijo su promotor Lou DiBella. “Pelea con un estilo totalmente suyo, y por eso es uno de los mejores del mundo en las 154 libras”.
A pesar de tener tanto a su favor, Martínez (44-2-2, 24 nocauts) se ha visto afectado por una marcación cuestionable de los jueces cuando ha estado ante los reflectores en peleas importantes.
En febrero pasado peleó frente a Kermit Cintron en Sunrise, Florida, y sólo logró un empate a pesar de que la mayoría de los que observaron el pleito desde la orilla del cuadrilátero le dieron el triunfo por mucho. Luego Martínez regresó al ring frente a Williams en diciembre, peleando 12 asaltos ante uno de los púgiles más dinámicos, y en esa ocasión perdió una decisión por mayoría en la que fue candidata al título de la Pelea del Año.
“Si les preocupan los árbitros y los jueces, ni siquiera necesitarán llevar jueces esa noche. No serán necesarios”, dijo Jack Loew, el entrenador de Pavlik, medio en broma. “Pueden quedarse en casa esa noche, porque la pelea no se extenderá” todos los rounds.
DiBella cree que si Martínez puede lograr que el combate tenga que definirse por decisión, en esta ocasión será en su favor. Martínez normalmente lanza un elevado número de golpes, mientras que Pavlik (36-1, 32 nocauts) con frecuencia suele aguardar a que haya un resquicio para conectar un impacto demoledor.
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