Sergio Martínez ganó el cinturón de diamantes del WBC, apabulló a un boxeador incómodo como Sergeyi Dzinziruk, derribándolo nada menos que en cinco ocasiones: una en el cuarto round, otra en el quinto y, finalmente, tres veces en el octavo, obligando al árbitro Arthur Mercante Jr. a detener el combate. De esta forma tan brillante, presenta su candidatura a convertirse a corto plazo en el mejor boxeador del planeta. Ahora mismo es el 3º libra por libra, pero si Mayweather continúa inactivo, pronto será el 2º solo por detrás de Manny Pacquiao. Martínez se mostró a gusto todo el combate cediendo la iniciativa al ucraniano, para contragolpear con su habitual pericia, con unas izquierdas que hacían mucha mellla en su rival. Solo los asaltos 6 y 7 tuvieron cierta igualdad, pero cuando "Maravilla" como él mismo dijo al final de la pelea cogió el segundo oxígeno, fue a por Dzinziruk propinándole tres caídas consecutivas en el octavo round, acabándose en ese momento el desigual combate. ¿Quién dijo que Sergio tenía poco que ganar y mucho que perder? Volvió a evidenciar que a sus 36 años no tiene techo y como dijo al final ante las cámaras de HBO: "Que venga Mayweather, que venga Pacquiao, que tengo el sueño de ser el mejor del mundo libra por libra". El palmarés del argentino de Alovera es ahora de 47-2-2 (27 KO).
José Manuel Moreno
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