Este 22 de noviembre se cumplen 25 años de aquella noche, del primer título mundial (CMB) conquistado por aquel joven que, glosando a Gil de Biedma, vino a llevarse la vida por delante. Por lo pronto se llevó el primero de sus cinturones de campeón del mundo (CMB, AMB o FIB). Tenía sólo 20 años, lo que le convertía en el campeón de los pesos pesados más joven de la historia, tenía hambre de títulos y en cierto modo de venganza. De vengar incluso a Ali. "Yo sólo pensaba que él (Berbick) no tuvo piedad al darle aquella paliza a Ali. Simplemente pensaba que no tenía que haberlo hecho. Ese hombre, Ali, estaba entonces indefenso. No podía hacer nada", declaró Mike, en alusión al Ali-Berbick del 11-12-1981, en una entrevista concedida en 2010.
Lo cierto es que la historia que ahora contamos hace de Berbick, el pobre Berbick, un eslabón que une a Ali con Tyson. Sólo él y Larry Holmes tuvieron la ¿suerte? de medirse a Ali y Tyson. Pero a un Ali que ya no era Ali y a un Tyson que sí que era Tyson.
Bahamas. Berbick llegó a ese cruce de caminos cuando saboreaba el título de campeón logrado apenas ocho meses antes al derrotar a Pinklon Thomas por decisión unánime. Tenía 32 años y un palmarés labrado más allá de la mediática victoria ante un Ali viejo y gordo (en Bahamas, en 1981, Muhammad paró la báscula en 107 kilos, tope de su carrera). Pero bastó el primer asalto para que Tyson lo acobardara. Lo arrinconó y sus combinaciones no encontraron respuesta. Nada más comenzar el segundo round, Mike lo tumbó. Berbick aguantó dos minutos más, pero un gancho de izquierda lo llevó de nuevo a la lona. Trató de levantarse, trastabilló hacia la izquierda... y cayó; luego hacia la derecha... y cayó. Deambuló por el ring buscando las cuerdas, el aire que el Terror del Garden le había quitado. Mills Lane lo abrazó y paró la pelea. Muchos de los presentes guardaron la entrada al llegar a casa. Incluso quienes pagaron 600 dólares (la más cara) sabían que había valido la pena.
Aquella noche se iniciaba una aventura apasionante, con rivales y títulos cayendo a la par (James Smith, Pinklon Thomas, Tony Tucker, Tyrrell Biggs, Larry Holmes, Tony Tubbs...) hasta el brusco descarrilamiento con James Buster Douglas en Tokio. Era 1990. Tras aquello, Tyson volvió a ser campeón del mundo ante Frank Bruno, pero un nuevo naufragio, esta vez a manos de Evander Holyfield (le batió dos veces en menos de un año, entre 1996 y 1997), provocó el declive de Mike, quien se perdió por los libros de historia como el agua se pierde por el lavabo.
EXTRAIDO DEL DIARIO AS.
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