Mike Tyson, el polémico ex campeón del mundo de los pesos pesados, ha vuelto a ocupar las portadas de los medios de comunicación norteamericanos. El pasado lunes fue el anfitrión e invitado especial del Raw Monday Night, espectáculo de pressing catch de pago por visión, y como era de esperar en él, la lió. Como estrellas de este evento también han desfilado Mickey Rourke, Shaquille O'Neal o Floyd Mayweather, y todos dieron de qué hablar durante días.
El caso es que Tyson ejerció como conductor del programa, presentó los combates -entre ellos el que enfrentó a John Cena, Randy Orton y Kofi Kingston para desafiar a Sheamus por el cinturón de la WWE- y participó en el duelo estelar de la noche: él y Chris Jericho iban a medirse a Shawn Michaels y Triple H (entre estos dos forman el equipo Degeneration X) en una pelea por parejas. Antes de que comenzaran las hostilidades, Tyson sacó los puños a pasear y dejó KO a su compañero, así que lo celebró por todo lo alto con sus teóricos rivales.
Otra de las apariciones más aplaudidas de Tyson tuvo lugar tras las bambalinas, con Hornswoggle (un enano compinchado con Michaels y Triple H). Para crear el necesario ambiente de intriga y tensión, el ex púgil se hincó sobre su rodilla derecha y amenazó con "sacarle los intestinos" a Hornswoggle y "usarlos para saltar a la soga" si interfería en el combate. Los medios especializados destacaron la entrega y credibilidad del Terror del Garden.
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